Una sonrisa al día es la mejor terapia
Este gesto gratuito y sus beneficiosos efectos en la salud mental y física de las personas han sido ampliamente estudiados. Una reciente investigación asegura, incluso, que es contagiosa y una buena herramienta para mejorar los estados de ánimo.
Débora Gutiérrez A. Para comprobar los efectos de la risa haga este ejercicio: simplemente regale la más amplia y sincera sonrisa a un transeúnte cualquiera; con certeza esa persona, aunque sorprendida, automáticamente esbozará un gesto similar en su boca. De acuerdo a los expertos, esa simple cadena de sonrisas generará bienestar en quienes consiguen dejarse "seducir" por el poder de la risa.
Es que los estudios que han indagado en los efectos de este gesto en los seres humanos no son pocos. Una reciente investigación realizada en Estados Unidos, por ejemplo, analizó cuán contagiosa puede ser la risa y la felicidad. De acuerdo al informe, nuestra felicidad influye y al mismo tiempo depende de cuán felices sean los amigos e, incluso, los amigos de nuestros amigos.
Esto porque según Nicholas Christakis, profesor de sociología médica de la Escuela de Medicina de Harvard y principal autor del estudio, la felicidad de una persona desencadena una serie de sucesos que impactan positivamente al entorno. El experto aborda este y otros comportamientos "contagiosos" en el libro Connected, que acaba de publicar en EE.UU.
"Hay profundas razones biológicas y psicológicas que explican por qué la risa, la felicidad y otras emociones son tan contagiosas", asegura Christakis a "El Mercurio". La felicidad, por lo tanto, estaría relacionada con la red social y los pequeños momentos de alegría..., pero contagiosa.
Para entender este fenómeno, continúa, pensemos en el precursor de la risa en primates, conocida como "cara de juego". Ésta es una expresión facial que realiza el chimpancé cuando quiere jugar con otro y el compañero responde a esa "invitación" con el mismo gesto. "Algo parecido y contagioso ocurre cuando dos desconocidos en un bus sonríen instintivamente el uno con el otro", afirma Christakis.
Al mismo tiempo, un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Oxford reveló que las sonrisas también provocan la cooperación entre extraños y son un elemento vital para el éxito. Un beneficio que corrobora otro trabajo publicado por la American Psychological Association (EE.UU.) en 2005 y que comprueba que las personas felices y que sonríen con frecuencia trabajan mejor, son más motivadas y están dispuestas a abordar un proyecto difícil, por lo tanto, tienen más probabilidades de éxito.
Bienestar emocional
Es decir, invertir en una gran sonrisa es un buen negocio, mal que mal sólo se utilizan 17 músculos versus los 50 que se necesitan para provocar en su cara un buen gesto de enojo. Pero, además, explica Haydée Cuadra, experta en psicología positiva de la Universidad del Desarrollo, las emociones y los gestos como la risa, que fomentan el buen humor, estimulan una serie de mecanismos en el cuerpo (como la secreción de hormonas) que están relacionados con el bienestar emocional.
"Una simple carcajada estimula el sistema nervioso central", asegura. Existen teorías interesantes, continúa la psicóloga, que sugieren que para modificar las sensaciones asociadas a los estados de tristeza o enojo basta con ejercitar la risa. "Ese gesto gratuito y que debería ser parte de la educación que le damos a nuestros niños desde que son pequeños puede modular nuevas emociones y generar mayor bienestar".
Estas emociones positivas, concuerda Nicholas Christakis, necesariamente deben ser cultivadas como una herramienta social, ya que afecta a todo el entorno cercano: amigos, familiares y vecinos.
Una carcajada de saludExisten numerosos estudios que vinculan risas y felicidad con estados de salud positivos:
Una carcajada puede mejorar el flujo sanguíneo y, por lo tanto, proteger el corazón, según una investigación realizada por expertos de la Universidad de Maryland (EE.UU.) que analizaron los efectos que produce en los vasos sanguíneos ver una película divertida.
El doctor Lee Berk, de la Universidad de Loma Linda (California, EE.UU.) y su equipo encontraron en 2008 que la risa reduce los niveles de tres sustancias asociadas al estrés: cortisol, adrenalina y dopac (metabolito del neurotransmisor dopamina). Y que incluso el anticipo de la risa, por ejemplo saber que se va a ver una película cómica, estimula la producción de hormonas que levantan el ánimo (las B-endorfinas), y aumenta la inmunidad del organismo.
Article del Diari digital el Mercurio